Recibir una notificación del Servicio de Impuestos Internos (IRS) sobre una auditoría puede ser desalentador, especialmente cuando no se sabe qué esperar. La mera mención de una auditoría del IRS suele evocar imágenes de intenso escrutinio, montañas de papeleo y posibles consecuencias financieras.
Las auditorías son una parte normal del sistema fiscal. Garantizan el cumplimiento y mantienen la integridad de la estructura fiscal del país. Al enfrentarse a esta incertidumbre, comprender las diferentes tipos de auditorías puede ayudarle a aliviar parte de esta ansiedad y prepararle para lo que le espera.
Si recibe una carta de Hacienda pidiéndole documentación adicional, es probable que se trate de una auditoría por correspondencia. Este es el tipo más común de auditoría. El IRS puede solicitar pruebas para verificar elementos específicos de su declaración de impuestos, tales como gastos de empleados, gastos de mudanza, pagos de pensión alimenticia o pérdidas por accidentes. Aunque pueda parecer sencillo, es importante responder con prontitud y precisión con la información solicitada para evitar mayores complicaciones.
Una auditoría de oficina se produce cuando el IRS necesita más aclaraciones de las que puede proporcionar una auditoría por correspondencia. Requiere que usted se reúna cara a cara con un agente del IRS en una sucursal local para presentar los documentos solicitados y otra información. Este tipo de auditoría es común para los propietarios de pequeñas empresas o autónomos con transacciones complejas.
Una auditoría de campo es el tipo de examen más exhaustivo e intrusivo del IRS. Durante la misma, un agente visitará su domicilio, su empresa o la oficina de su contable para llevar a cabo una revisión exhaustiva. Esta auditoría va más allá de la verificación de deducciones y créditos. Se examina su estilo de vida, actividades empresariales y los ingresos globales para la exactitud. A muchos contribuyentes les resulta beneficioso consultar con un abogado fiscal para que le oriente a través de este proceso.
En una auditoría TCMP, el IRS revisa cada elemento de su declaración de impuestos, lo que requiere que usted proporcione documentación exhaustiva para cada deducción y entrada. A diferencia de una auditoría estándar, en la que sólo se examinan determinados elementos, una auditoría TCMP implica una revisión exhaustiva de toda su declaración, por lo que es esencial tener registros meticulosos y documentación para cada aspecto de su declaración de impuestos.
Independientemente del tipo de auditoría, es crucial mantener registros precisos y organizar sus documentos financieros a lo largo del año. Si recibe un aviso de auditoría, respire hondo y revise detenidamente la solicitud. Recuerde que la mayoría de las auditorías se resuelven mediante simple correspondencia o reuniones.